Kobolds: Los Intrigantes Habitantes del Mundo Subterráneo
Kobolds: Los Intrigantes Habitantes del Mundo Subterráneo
imagen de: Jean Baptiste Mongue
En el vasto mundo de la fantasía, existe una miríada de criaturas misteriosas y fascinantes que capturan la imaginación de los aficionados a la literatura y los juegos de rol. Entre ellas, los Kobolds se destacan como unas de las razas más enigmáticas y subestimadas.
¿Qué son los Kobolds?
De hecho, la palabra “Kobold” proviene del alemán “Kobalt”, que significa “espíritu del cobre”, ya que se creía que estos seres escondían minerales preciosos en la tierra.En la mitología germana, un kobold era un tipo de espíritu menor que habitaba en cuadras, cuevas y casas. Se dedicaba a las labores domésticas cuando sus dueños se ausentaban de la casa, es decir, iba a por agua, partía la leña, daba de comer al ganado.Aunque normalmente es invisible, un kobold puede materializarse en forma de animal, fuego, ser humano y vela. Las representaciones más comunes de kobolds los muestran como figuras humanas del tamaño de niños pequeños. Los kóbolds que viven en hogares humanos visten la ropa de los campesinos; los que viven en las minas son encorvados y feos; Los kobolds que viven en barcos fuman pipas y visten ropa de marinero.
Las leyendas describen a los kobolds de las minas desde ancianos de 0,6 metros de altura vestidos como mineros hasta criaturas bajas y encorvadas con rasgos “feos”, incluyendo, en algunos relatos, la piel negra. En 1820, la espiritista Emma Hardinge Britten registró una descripción de los kobolds de las minas de una tal Madame Kalodzy, que se alojaba con unos campesinos llamados Dorothea y Michael Engelbrecht:
Estábamos a punto de sentarnos a tomar el té cuando Mdlle. Gronin llamó nuestra atención sobre una luz fija, redonda y del tamaño de un plato de queso, que apareció de repente en la pared del pequeño jardín, justo enfrente de la puerta de la cabaña en la que estábamos sentados.
Antes de que ninguno de nosotros pudiera levantarse para examinarla, aparecieron casi simultáneamente cuatro luces más, con la misma forma y que sólo variaban de tamaño. Alrededor de cada una de ellas se dibujaba la tenue silueta de una pequeña figura humana, negra y grotesca, más parecida a una pequeña imagen tallada en madera negra y brillante, que a cualquier otra cosa a la que pueda asemejarlas. Dorotea besó las manos ante aquellas espantosas figuritas, y Miguel se inclinó con gran reverencia. En cuanto a mí y a mis compañeros, estábamos tan asombrados y a la vez divertidos ante aquellas formas cómicas, que no pudimos movernos ni hablar hasta que ellas mismas parecieron revolotear en una especie de danza vacilante, y luego desaparecer, una a una.
La mayoría de las veces, los kobolds permanecen completamente invisibles Aunque el rey Goldemar (o Goldmar), un famoso kobold del castillo de Hardenstein, tenía las manos “delgadas como las de una rana, frías y suaves al tacto”, nunca se dejó ver. El señor del castillo de Hundermühlen, donde vivía Heinzelmann, convenció al kobold para que le dejara tocarle una noche. Los dedos del kobold eran infantiles y su cara parecía una calavera, sin calor corporal. Una leyenda cuenta que una sirvienta se encaprichó del kobold de su casa y pidió verlo. El kobold se niega, alegando que mirarlo sería aterrador. La criada insiste y el kobold le dice que se reúna con él más tarde y que le traiga un cubo de agua fría. El kobold espera a la doncella desnudo y con un cuchillo de carnicero clavado en la espalda. La doncella se desmaya al verlo y el kobold la despierta con el agua fría[ En una variante, la doncella ve un bebé muerto flotando en un barril lleno de sangre; años antes, la mujer había tenido un hijo bastardo, lo había matado y lo había escondido en ese barril Las leyendas cuentan que quienes intentan engañar a un kobold para que se deje ver son castigados por la fechoría. Por ejemplo, Heinzelmann engañó a un noble haciéndole creer que el kobold se escondía en una jarra. Cuando el noble tapó la boca de la jarra para atrapar a la criatura, el kobold le reprendió:
Si no me hubiera enterado hace tiempo por otras personas de que eres un necio, ahora podría saberlo por mí mismo, ya que pensaste que estaba sentado en una jarra vacía, y fuiste a taparla con la mano, como si me tuvieras atrapado. No creo que merezcas la pena, pues de lo contrario te habría dado, hace tiempo, tal lección, que te acordarías de mí lo suficiente. Pero antes de que pase mucho tiempo te llevarás un ligero revolcón.
Kobolds en la Literatura y los Juegos
Los Kobolds han aparecido en una amplia variedad de medios, desde la literatura fantástica hasta los juegos de rol y videojuegos. Uno de los ejemplos más notables es su presencia en el juego de rol “Dungeons & Dragons”, donde son criaturas comunes que actúan como enemigos o aliados según la trama. En este juego, se les representa como seres ingeniosos que aprovechan su número y su astucia para superar a los aventureros más fuertes.
Kobolds en la Cultura Popular
A pesar de su relativa oscuridad en comparación con otras razas fantásticas, los Kobolds han dejado una huella en la cultura popular. Los fanáticos de los juegos de rol y la fantasía a menudo aprecian su papel como desafiantes opositores en aventuras subterráneas. Además, su estética única y su carácter distintivo los convierten en elecciones populares para disfraces y cosplays en convenciones de fanáticos.
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